jueves, 18 de febrero de 2010

kun-fú

Dicen que llegó a una humilde casa apenas sin aliento, un poco asustado, desnutrido. El ambiente hogareño y la voz áspera del abuelo le hicieron creer que existía una rendija para la felicidad, para vivir en un paraiso compuesto por leña y compañeros para el juego,(Roni y su posterior amiga Lucrecia). Él destacó entre ellos por su simpatía, fidelidad y pelaje, era el gato más brillante que he visto en mi vida. "Un señor" se lo llevó, esperemos que a un mundo paralelo en el que pueda vivir como hasta entonces. Ójala conozca un buen día a uno como tú.

1 comentario:

  1. En ocasiones me gusta pensar que más allá del camino hay algo más. Kung fu, que los clementes dioses del cielo te bendigan.

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